Historia y simbolismo de la carne a la tampiqueña.

Todos tenemos nuestra historia y así como nosotros, los platillos también tienen la suya.
Queremos contarles una de un platillo icónico de la cocina mexicana: La carne a la tampiqueña.
Su creador fue José Inés Loredo, nacido en San Luis Potosí, pero desde una tierna edad tuvo que migrar a Tamaulipas para trabajar, encontró trabajo en restaurantes y hoteles y ahí comenzó con su carrera gastronómica. Años más tarde José se propuso fundar su propio restaurante en la Ciudad de México, y así lo hizo. Junto con su hermano y unos amigos fundaron “Tampico Club”, que llegó a ser un lugar muy importante en los años 30.
Durante esa época es cuando crea la ya conocida “Carne a la tampiqueña”; servido en un plato oval se coloca un filete delgado y largo de carne asada, acompañado de enchiladas verdes, rajas y frijoles negros refritos, quizás suene a un plato común, pero la combinación de sabores es lo que lo hace único. Este platillo además de guardar un sabor inigualable también guarda un simbolismo muy hermoso que representa la vida de la huasteca y aquí te lo contamos:
El plato ovalado representa la huasteca, tierra de origen del creador de este singular platillo, la carne asada representa al río Panuco que corre por toda esta zona, las enchiladas verdes hacen alusión a los campos verdes de la región potosina y los frijoles negros representan la tierra fértil.
Una oda a la tierra que José Loredo amaba y respetaba.
En Balcón del Zócalo tenemos nuestra propia versión de la carne a la tampiqueña, te invitamos a probarla.