Amor por el picante

Uno de los ingredientes fundamentales en la cocina mexicana desde hace más de 5000 años, siendo un símbolo de identidad cultural y de tradición, es el Chile. Temido por muchos y adorado por otros, este condimento incluye alrededor de 26 especies originarias del continente americano.

¿Por qué pica el chile? ¿Cuál es la causa de esa sensación de ardor?

Dos elementos presentes en el chile, el alcaloide y la capsaicina, son los responsables. Sus efectos sólo los percibimos los mamíferos, y su concentración varía dependiendo del tamaño del fruto y de las condiciones del cultivo.

Para definir el nivel de picante de un chile, existe una escala, llamada Scoville. Fue creada por un farmacéutico, Wilbur Scoville, en 1912, y va desde cero (en chiles como el pimiento, que no contienen picante) hasta 15 millones (correspondiente al cardón resinoso, una planta marroquí). Estas cifras indican el número de tazas de agua que se deberían consumir para eliminar la sensación de ardor que provoca.

A pesar de las agresivas sensaciones, y de que existe incluso la posibilidad de irritar el estómago, muchas personas aman el chile.

Pero, ¿por qué?

Existe una explicación científica. Sucede que, al ingerirlo, el cerebro recibe señales de dolor, y libera endorfinas para neutralizarlo. Al hacerlo, genera una sensación de placer, lo que provoca cierto grado de adicción. Y es por eso que buscamos repetir la sensación.

Es decir: solemos buscar el sabor que da el picante, pero la realidad es que nosotros mismos somos quienes le damos ese sabor.

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Entre ellos, te recomendamos nuestro guacamole, que tiene un nivel de picor aceptable para cualquier paladar.